lunes, 14 de abril de 2014

Toledo huele a Greco

Hicimos un viaje de gatopardianos a ver la exposición del greco. Varios perdieron el ave, otros llegamos tarde, los primeros se hicieron los despistados y los últimos los sorprendidos.
La exposición se encuadraba en el crucero del palacio de la Santa Cruz del Cardenal Don. Pedro de Mendoza, amparada bajo sus bóvedas y con una magnifica iluminación, se inicia la primera obra conocida del Greco - un simple Icono -. Tras ella y de gran impacto, nos encontramos con el tríptico de estilo Bosco que enviaría a Felipe II como llamada de atención para ser conocido en la corte. 
Pronto, uno se encuentra en el reino místico de los celajes grequianos que  transmiten todas las señas de un imperio. Toledo fue en toda regla su capital religiosa y esa poderosa imagen de Toledo al fondo una  perspectiva de grises y negros, en donde la luz se abre paso, esa la imagen por excelencia del Greco es esa y no otra, la que nos quiere ofrecer. Debemos de pensar en la España de la fé con epicentro en Toledo que se define entre espadas, trono visigodo, enlace de culturas, y poder de primados. Por eso se instalo la corte en Madrid, cazadero real lejos de la propiedad de la iglesia.

Escaleras de Covarrubias Palacio de la Santa Cruz
El día se tradujo en diferentes personajes. El primero el arquitecto del palacio de la Santa Cruz, que no fue otro que Alonso Covarrubias, cuyas escaleras me dejaron impresionadísimo tanto estas como las que más tarde veríamos en casa de los Eslava. Casa que debió de haber sido un convento religioso pero que Santa Teresa de Jesus al no formalizar el acuerdo y proyecto, hizo que recayera en propiedad al linaje del propio benefactor Martin Ramirez y que por su fundación se realizó la primera capilla de la cristiandad en advocación a San José. Por actas se establecería para guardarla siete capellanes. Siete hombres cuyo final en la historia sería ser asesinados en la guerra del 36 a las puertas de su propia crujía.

Capillla de San José
Los cuadros del greco nos iban abriendo la mente de su época, el capitular de cada etapa nos hacía comprender al hombre culto, intelectual, complejo y espiritual que se encuentra detrás de cada una de sus obras. Un hombre de un altísimo nivel teológico y cuya obra se rinde a la expresión de color veneciano y que ejerce desde entonces tanta influencia en nuestra pintura, también habría que resaltar el simbolismo de  sus obras y el carácter psicológico que infiere a sus personajes dotándolos de emociones y sentimientos totalmente palpables.

Destacar la obra de San Martin en honor al benefactor de la capilla, y que fue sin duda una de las piezas que más comentamos: Se retrata el hecho de la donación de San Martin a un mendigo de la mitad de su capa puesto que la otra mitad como soldado era propiedad de Roma.

San Martín y el mendigo 
Saltando por los siglos, evite mirar a la catedral y sentir de cerca la cripta de Santiago de D. Alvaro de Luna. Miraba más bien el día de primavera que se acercaba por Nstra. Sra. De la Cabeza y desde sus fronteras: el Angel y la Degollada (cerros toledanos) que vertían la luz a la ciudad de un Imperio.  

5 comentarios:

Anónimo dijo...

tigre cuando dices que el greco tenia un "altísimo valor teologico" te refieres a que era un hombre muy religioso o a que sabia mucho de religion y sabia las historias de la biblia / de los santos que pintaba? lo digo porque siempre le tuve por un hombr evoco religioso y si oportunista, aunque esto es muy compatible con ser docto en teologia...

Isidro de Borja dijo...

Me refiero a conocimiento más que a espiritualidad pero vallamos un paso más allá. Tenemos que hacer una separación de las corrientes de la época: entre humanismo y misticismo. Existe un movimiento por parte de la iglesia y la aristocracia de fomentar ese fervor de la época, glorificarla como medio capaz de balancear toda esa amenaza que supone la razón y la contrarreforma. Por ello el Greco va a tener clientela en el lado del misticismo y aunque le exijan la temática el por ende tiene que contextualizar su estudio de la escena y el manierismo, en digamos una necesidad de conocimiento teológico.
Al fin y al cabo, Greco hace su carrera ligado a la iglesia, es en la corte del cardenal Farnesio en Roma donde conoce a su amigo Luis Castilla que le conseguirá encargos en Toledo a través de su padre Diego Castilla, Dean de la catedral. Así es como se anima a venir a España. Si vemos cuadros como la Alegoría de la Liga Santa, vemos ese intento oportunista del que hablas. Pero en cambio cuando nos acercamos a cuadros como el cuadro de San José (la segunda fotografía del post), vemos símbolos nuevos como el báculo que guía al hijo, entonces si estamos ante un pensamiento original que resalta la figura de San José que siempre ha estado más en un segundo plano.

Luego como curiosidad estuve el ayer en el Prado viendo una exposición temporal sobre la biblioteca personal del Greco. En su testamento se hace un inventario de todas las obras que posee, por lo que se sabe bastante de las obras que le habrían influido, y es ahí donde me encontré un evangelio, que luego sería de los apócrifos, de él sé que saca algún símbolo que introduce en alguna de sus obras. Con lo que no sería desacertado decir que su trabajo le obligaba a buscar detalles en los textos sagrados.

Sobre su biblioteca. Yo la dividiría en tres temáticas: Arquitectura, historia, Religión-Filosofia. Sabemos que el Greco domina el español, el Latín y el Griego; existen libros en los tres idiomas. El Griego como lengua materna le sirve no solo para leer los clásicos sino para leer textos de religión ej. San Pablo en su idioma original.
En arquitectura, Greco intenta ser un hombre de esos renacentistas que domina diferentes áreas – tiene en la biblioteca, libros de Vitruvio, Palladio, Alberti y la perspectiva etc. En historia, libros sobre la historia de Italia y la de Grecia. Si ves las anotaciones en los libros de Vitruvio se ve que a lo que le pone pasión es al arte más a la religión.

Por tanto y como conclusión es un hombre de gran conocimiento religioso, que no religioso, pero que participa intelectualmente con su opinión.

Anónimo dijo...

que gran respuesta!! aunque he de aclarar que ser oportuinista no es para mi un demerito!! como buen alejandrino ( de alejandro VI) SOY MUY PARTIDARIO DEL ARRIBISMO!!

Anónimo dijo...

vallamos????

Isidro de Borja dijo...

Para más información, vemos que le influyen obras como la de San Alonso de Orozco sobre mística y ascética que trasladaría al retablo de doña María de Aragón en el colegio de los agustinos.

Hay una conferencia que lo explicará que la imparte el Dr. D. José Manuel Cruz Valdovinos: Observaciones iconográficas sobre el retablo de la iglesia del Colegio de doña María de Aragón - el 5 de junio a las 20h. Dentro del ciclo de conferencias ANIMA PICOTORICA que organiza el arzobispado de Toledo