miércoles, 21 de agosto de 2013

El Cardenal D. Gil de Albornoz



D. Gil es un hombre que nace en 1302 en el seno de una familia hidalga de Cuenca que por parte de madre pertenece a los Luna de Aragón. Estudia derecho canónico en Toulouse o Montpellier y consigue una canonjía en la catedral de Cuenca y posteriormente en la de Toledo al abrigo del infante D. Juan que era arzobispo de aquella ciudad.
Es remplazado D. Juan a su muerte por un tío de D. Gil, el arzobispo Jiménez Luna. Esta situación le brinda a nuestro personaje la posibilidad de asistir en Avignon,  a la coronación de Benedicto XII; en aquella época como curiosidad de los 22 cardenales, 18 son franceses, 3 italianos y un español. En aquella misión diplomática consigue un gran logro para Castilla, que es que la concesión del diezmo de la iglesia pueda ser utilizada por la corona para la propia Reconquista. Así es como se gana al propio rey de castilla Alfonso XI, el cual le propone al morir su tío como arzobispo de Toledo. Aprobado por Benedicto XII se convierte en legado papal y canciller de castilla.

Durante esos años participa de la Reconquista aunque le surge una nueva misión diplomática que es la financiación del asedio de Algeciras, la cual consigue en Avignon y en Paris.

Será nombrado al poco tiempo cardenal por el siguiente Papa Clemente VI, con un sequito de 48 personas y unas rentas fastuosas como príncipe de la iglesia, aparte de otorgarle el titulo de San Clemente.

Su legación con el siguiente Papa Inocencio VI, puesto que tiene experiencia en la estrategia militar debido a sus años como canciller, será la de pacificar la Toscana, con el fin último de conseguir la vuelta de los Papas a Roma. En diez años lucha contra los Malatesta, los Ordelaffi, Manfredi, Lando, Visconti. Hasta conseguir conquistar militarmente todas las plazas.
Es en Bolonia donde escribe sus famosas “Constituciones” un texto jurídico y de ordenanzas. Bolonia le hará hijo adoptivo y a su partida le entrega un yelmo y un escudo con el ángel de San Clemente, que coronará la casa de Ariza - hoy parte de Infantado.

El seguirá en Italia hasta su muerte; su testamento, consistirá en la formación de un colegio mayor para los  los españoles donde estudiaran en el futuro próximo Nebrija y otros muchos responsables de la entrada del humanismo en España.

Su sobrino Gomez de Albornoz, conseguirá al fin la llegada de los Papas a Roma en el 1377, algo que jamás hubiera sido posible sin el cardenal D. Gil de albornoz.

Sobre el Real Colegio de Bolonia decir que es de las instituciones medievales más antiguas privadas y aún vigentes de Europa, dotada de rentas para sufragar las becas que da a los españoles que quieran ampliar sus estudios del doctorado. El patronato es presidido por Infantado y el arzobispo de Toledo.

Las historia del colegio dará lugar a otro post en el futuro.