miércoles, 19 de noviembre de 2014

Masonería en España

Siempre he creído que España ha sido un concepto muy ligado al de la religión Católica. Desde joven me ha fascinado el tema de las organizaciones secretas y las teorías de la conspiración, recientemente constato que  mis viejos libros sobre el tema cobraban fuerza a través de largas conversaciones y conferencias sobre esta temática. Sabemos que la enemiga por naturaleza de la masonería ha sido la fe católica y sus defensores, una constante batalla que busca liberar al hombre y a la razón pero que en verdad solamente busca someter al hombre a su propia ambición, en vez de fomentar su libre pensamiento. España ha sido la gran defensora por lo que siempre ha sido objetivo.


Cierto es que la historia real de España no se puede explicar sin la masonería, su influencia en los virreinatos y en la propia independencia americana no deja lugar a duda - sus líderes Bolívar, Miranda, San Martin eran todos masones -. Siendo hoy en día bastante evidente que sus ideas fueron semillas de temas tan vigentes y arraigados como los que he visto en Ecuador, el indigenismo o la búsqueda de ese gran imperio bolivariano.

Desde la entrada de Pepe Bonaparte que era presidente del Gran Oriente de Francia, se dice que la masonería inicia su andadura por España. También esta presente la masonería inglesa en la constitución del 12, que aunque en su texto se condenaba la masonería, permitió que se abonara terreno para estas logias que encontrarían fieles seguidores en todos los campos; muy especialmente en el ejército, que por sus méritos de guerra había generado oficiales sin pruebas de nobleza y cuya vuelta al  absolutismo sería la espora para el apoyo a revoluciones, como la que procuró el Trienio Liberal. Es en aquel gobierno donde se inicia ese gran odio contra la religión; educación laica, desamortizaciones, y por supuesto la primera matanza de frailes en 1834 en Madrid -organizada por la masonería según cuenta Martinez de la Rosa-. Toda una lucha durante el XIX particularmente contra Isabel II, que según cuentan era ferviente defensora del catolicismo, hasta su propio exilio por la revolución de “la gloriosa”.


No siendo diferente el siglo XX, donde puede verse que la mayoría de ministros republicanos, siete, eran Masones, así es como debió tolerarse por parte de Alcalá Zamora la quema de conventos, la expulsión de los jesuitas y la educación laica de la II República.

Parece ser que todo el miedo que se tenía de que hubieran sido los promotores de las matanzas, fue realmente constatado durante la guerra civil, ya que el bando nacional fue incautando a su paso - los libros de actas de las diferentes logias-, libros también llamados cuadernos de arquitectura. Viendo en aquellos documentos la terrible realidad de cómo se habían ordenado desde estas sociedades las matanzas y objetivos concretos de religiosos y civiles. 


El Franquismo como es lógico estableció un tribunal especial para la represión de la Masonería y el Comunismo, ya que suponía que ambos atacaban directamente a la religión, además de considerarlos como uno de los motivos de la propia decadencia de España por todo lo acontecido en el XIX. Carlos de la Mora iniciaría estos procesos acabando con la masonería en España. Si bien es cierto que años después se supone su implicación con la muerte de Carrero Blanco a través de Alvarez del Vayo y que la masonería se restablecería íntegramente en el 77 gracias a su legalización y al apoyo del ministro de UCD Martin Villa.

Todo lo expuesto vendría a ser bastante carca, anticuado y hasta recalcitrante, una temática ya superada pero según los expertos las intervenciones de estos grupos son más recientes y visibles de lo que pensamos. Desde el apoyo de Roquefeller o los social demócratas alemanes al socialismo español, a personajes concretos como el propio Mario Conde, y actualmente nos encontramos con masones durmientes en todos los gobiernos habidos tanto de la izquierda como de la actual derecha: discursos que ofrecen consignas generales como la ética planetaria o la república federal europea.


Aunque las grandes corrientes en España son la simbólica, la gran logia y el gran oriente; lo que hoy rige son las asociaciones vehículo o pantalla que influencian al mundo entero como el CFR, el Buildelberg, el New Age, los Rotarios, los Leones etc. parece que nos encaminan a que se cree un nuevo orden, una nueva religión universal basada en el hombre. Sus preceptos ya son universalmente aceptados y ya no hace falta pertenecer a sus organismos para aceptar sus ideas.

Solo anotar que la Iglesia no advierte sino que condena expresamente su pertenecía.


Mi apoyo a todos los que se enfrentan a su descrédito por intentar difundir la realidad de estas organizaciones, su naturaleza y su mensaje. Ya no se atrae con el primer conocimiento, el gran secreto, la piedra cubica, algo que hubiera tenido sentido en otra época donde la cultura era controlada por la iglesia, hoy ya falto de sentido -gracias a internet- hoy su mensaje esta ya enraizado en la sociedad a través del agnosticismo civil, el relativismo puede haber sido su ultima gran batalla.

No creen en los dogmas pero creer que fue demonio el que quiso liberar al hombre en el edén entregando la manzana, por tanto la sabiduría, la luz. A mi me suena a contradicción...