miércoles, 29 de enero de 2014

RE-SITUACIÓN


Como podría explicarte que mi vida tienes miles de contrasentidos.  Cientos de personajes en cada capa de mi piel como eslabones de cadena, todos contrapuestos y llenos de contrasentidos entre lo que quieren ser y lo que todavía arrastran como jóvenes, como animales.

Hombre Mono o Copacabana man

He llegado a odiar la vida predestinada, aún lleno de normas de educación he rechazado la de la superficialidad, la predecible, la de lo correcto, la de la vida que llaman “petit-bourgeois” o yo llamo la vida del conformismo o la de la rutina o la de la gente que estudia por internet sus propias hipotecas. 

He de reconocer que por lo general me ha aburrido de la vida de otra gente, la de otros barrios como el mío, y que cuando hablan de sus cosas normales, desconecto y no escucho porque no me llena: me agota el hablar de mengano o frutano, del cotilleo, de las empresas o los sueldos.. Es más, cuando he estado en esas circunstancias me he aburrido, entregándome impenitentemente al momento muy lejos de allí. Sabiendo que como consecuencia estaba quemando tierra, tierra sembrada. He huido de los convencionalismos que creo que siempre me he saltado por soberbio y que sé, que de estar mi padre, jamás me lo hubiera permitido. Sé que necesito más comprensión y disposición a entender las cientos de estrellas que puede haber en un solo cielo y que me han llevado hasta aquí. 

RE-SITUACIÓN
(como el nuevo disco de Nacho Vegas)
He vivido como todos en este mundo irracional y anárquico, el del caos donde me he construido guarida porque nada entendía.  Desafiando lo espontaneo como sonámbulo o como gamberro. He disfrutado de mis huidas y he muerto en mis nostalgias, sufriendo el amor como si se descarnara de mí la carne, una y otra vez, haciendo elástico el propio dolor: apuestas, intrahistorias, secretos que se te llevan. Y de nuevo siempre he querido volver a sentir con más pasión que ningún otro ser, con más esperanzas que todos juntos. Sabiendo el secreto de que “la única limitación es la muerte”. 

Aun así desde hace tiempo, uno empieza a construir por un lado porque sabe que hay ciertos modelos que  funcionan y otros que no lo hacen. Cuando uno se pierde más vale seguir el camino más recto, el de los virtuosos y los sabios.

Entrada a la acción
Cartas en el asunto y un plan de acción: 

Un ambicioso plan que esta vez no trata de sobrevivir. Sino de intentar reducir el caos y las circunstancias ingobernables de la vida, minimizar todas sus desarmonías. Así es como empiezo a montar este teatro, donde todo tiene su sitio y está medianamente colocado. Un escenario donde estén los gatopardianos, los tigres, la familia, el amor, los proyectos ilusionantes, la acción y los planes etc. junto con el desarrollo espiritual que trate de una suma de valores inculcados y que quiero conservar aunque me aburran y las creencias que me hacen diferente. Todo en la base de la realidad, la de aguantarme, la de aceptarme como animal y como hombre. E Igual que un actor conseguiré sentirme cómodo en mi decorado. 




viernes, 3 de enero de 2014

Con los primeros días del año


Si alguna vez no hubieses existido,
si el calor de tus muslos no me hubiese
buscado como un látigo preciso
y mis ambigüedades electivas
-los días más oscuros de mí mismo-
no te hubiesen tenido como saldo
de afirmación o excusa,
                                es posible
que este volver a casa en soledad
y demasiado pronto,
me recordase ahora un poco menos
al joven que apostaba por el mundo,
con el mundo a su espalda.

Sólo el amor es duro.
Metidos en la noche, regresando
entre la potestad y la mentira,
hablamos del poder o de los sueños
al hablar del abrazo.
Y no lo sé tal vez, no sé si me recuerdo
prisionero de un cuerpo o libre junto a él,
buscando salvación o en servidumbre,
miserable y maldito, pero atónito.

Quizás sólo se trata de que no estás aquí,
de que perder es duro para todos
y el amor me hace falta, como sabes.
Quizás contigo estuve
tan demasiado cerca de tu reino,
que necesito ahora desmentirte,
utilizar los trucos que uno tiene
para poder seguir.

Porque somos así seguramente,
huellas equivocadas,
solitarias hogueras de un camino,
paraísos de cuatro habitaciones
que sólo se comprenden
después de haber firmado muchas veces,
precisamente ahí,
                           donde pone El viajero.

Y a mí, ya que prefiero escoger mis derrotas,
quiero que me recuerdes derrotado,
como quien algo espera
más allá de los tiempos y los hechos.
Quizás porque haga falta haberlo presagiado
o porque, en todo caso, nadie sabe
dónde acaban los sueños.
G-Montero
la mejana

Cada tiempo de dudas necesita un paisaje

de la cruz