viernes, 1 de marzo de 2013

Dandismo e impresionismo


Tullerias - Ya abierto al publico
Ese final del XIX debió de ser un periodo lleno de emociones, la renovación absoluta, el encender la luz básicamente de kilómetros cuadrados dio mayor teatralidad a la vida en la ciudad. Todo este revuelo debió generar en la sociedad burguesa una necesidad, un ansia de diferenciación del transeúnte corriente, enorme. Ese deseo de no parecerse, genero un nuevo grupo aristocrático, altivo e independiente que chocaba con el resto. Hablo del dandismo.

Esta nueva elite, con carácter propio de oposición y de rebelión en contra de todos, busca eliminar lo trivial de la vida – experiencia amada por los escritores de la época. Estos nuevos personajes se ensalzan en el trasfondo de lo hermoso y lo bello, con una gran puesta en escena y con el cierto tono artificial que necesita para generarlo.. 

Baudelaire la traduciría en una nueva religión: “espartana,  hedonista y asceta. Que paradójicamente daría como resultado la distinción.” 
Se utilizarían ejemplos de personajes del renombre de Byron o de George Bryan Brummel, que es el más famoso elegante ingles, que aunque ya habría muerto solo en Caen, sería uno de sus símbolos, por ser el arquetipo de la distinción. 

Brummel "Exposición de les arts decoratifs -paris 8 feb"
Aunque nunca le vi todo su atractivo a este grupo por el prototipo de personaje que representan: Orgulloso, frívolo y caprichoso. Es cierto que su necesidad de prestancia o esencia intelectual ante la vida me atrajo desde el principio. Ese grupo de personas fueron los que justamente elevarían al propio impresionismo al nivel de revolución pictórica. No solo, porque el impresionismo lo fuera en si, sino porque estos son los hombres que lo convirtieron en una moda. Aparte de ser los que lo compraron; puesto que el denominador común del dandi es el dinero. No serian acaso ellos, los generadores de opinión y de discusión en las tertulias o los que estableceron consignas de lo que debe ser la fugacidad del tiempo o como la luz, en si misma, puede hacer cambiar las formas. Ellos generarían la tendencia que acabaría en mito, y ese aura sobre todos aquellos artistas como Monet, Renoir, Manet, Degas…. Ese romper con la pintura clásica, ese entender que el nuevo proceso creativo es un logro de la sociedad aunque en este caso proviniera del desaire de algunos personajes que semejaban el inconformismo con lo establecido, la altivez basada en lo reactivo, como un propio arte siempre a favor de la pasión del sentir y del dejarse llevar. ¿Dónde andan hoy estos personajes? yo en Nells no me los encuentro.


Este post lo empece a pensar en febrero por las calles de Paris, de camino a Drouot con parada en la prefumeria de palais royale

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