martes, 5 de julio de 2011

Palafoxianos

El cinco de junio de este 2011, se celebraba en Burgo de Osma la beatificación de Juan de Palafox, hombre de Dios y hombre de estado. Se trata de un personaje histórico que ha sido relegado al mundo puramente academicista pero cuya importancia transciende al hecho y se ve justamente recompensado unos siglos más tarde. Recompensado, sí, porque injustamente se le ha tratado a lo largo de los siglos. Es de esos hombres que definieron el concepto de hispanidad y cristiandad en un mismo contexto, un hombre avanzado a su época. Gran mecenas de las artes y las letras, ver la biblioteca palafoxiana. Nos encontramos en pleno barroco y en él hizo gala uno de los hombres más brillantes del XVII.




Palafox nació en Fitero, a los pocos años fue reconocido por su padre el marqués de Ariza, que lo educo y dio estudios universitarios. Tras ellos, le dispuso al frente de la administración del marquesazgo y en una esas idas y venidas a Zaragoza conoció a su futuro protector el conde duque de Olivares.
En Madrid contrae sus votos, y es puesto a cargo de diferentes puestos en el consejo de Indias. Desde ahí, formara parte del tribunal de los tres Juanes que se ocupo de la recopilación normativa de leyes castellanas y de nueva generación para dotar de un cuerpo legislativo a todas las Indias. Este texto fue escrito por don Antonio de León Pinelo y no por Paniagua, este importante hallazgo fue descubierto por el profesor Sanchez Bella en el archivo del marqués de Ariza y duque del Infantado, en donde se encontraba la copia que Palafox se había hecho copiar para sí mismo, y la cual se llevo a México, y la cuál intento implantar.
Palafox es mandado a Puebla de los Ángeles como obispo, con el deber de reformar, así como ir llevando a cabo otras finalidades que el concilio de trento había impuesto y que todavía no se habían llevado a Nueva España, así comienza la fundación de parroquias, seminarios y el primer desencuentro con las órdenes religiosas que se encontraban allí, permisos de predicación, de examen, etc. Hacen confrontarse directamente con los jesuitas.
Desde el Obispado, Palafox analiza, estudia, escribe e impone el enfoque de los nuevos regulares y toda su estructura, así como otras muchas piezas como la protección y defensa del indio. Es de destacar su profunda espiritualidad, pensamiento como poeta y como comentarista de Santa Teresa.
Palafox conlleva tres esferas enormemente interesantes, su faceta humanista, la de reformador y la de hombre de Dios. Es escogido para sustituir a Escalona en el virreinato, de tal manera que se confluyen en él dos puestos de magna transcendencia. Como hombre de gobierno, acomete grandes reformas en el plano de la administración, la hacienda, las obras públicas y el comercio. Realiza las ordenanzas de la universidad y de otros cuerpos, así como la creación de milicias. Vuelve a llenar las arcas. Obliga al diezmo, lo que produce otro choque frontal contra los jesuitas y su influencia en la corte de Madrid, que le haran caer en desgracia tras la falta de Olivares.




Una vez llamado a Madrid fue poco menos que desterrado a Burgo de Osma, en donde realizo una gran labor pastoral.
Tras varios siglos, e innumerables favores y milagros su causa ha llegado a puerto. Ya siendo beato, agradecer al último postulador de la causa, el padre Idelfonso Morriones, su incansable esfuerzo.





No hay comentarios: