la leyenda Negra;

Monstruos

Ayer asistí a la inauguración de Goya: The Witchesand Old Women Album. El embajador Trillo, tuvo un discurso acertado, intentando explicar la leyenda Negra de Espana. Tema verdaderamente complicado, que siempre me ha apasionado. Puesto que nace de esa visión exterior en contra de nuestro país como un arma propagandística, pero que a la vez se apoya sobre hechos claros y concretos, de los que aun no creyendo, en su mayoría por exagerados, no dejaron de existir. Ya fuese la santa inquisición, o la mala prensa que hicieron aquellos libros, como el de Bartolomé de las Casas y las barbaridades que hicieran los conquistadores, o aquel otro libro, mucho más tardío de Antonio Pérez, exconsejero de Felipe II.

Hicieron del mito, la leyenda maldita que es arrastrada durante siglos en sus diferentes vertientes por la incultura, el retraso, el fracaso, el misticismo y la superstición. Intente explicarlo en mi post sobre el Greco parte de esa necesidad de misticismo para luchar contra la reforma. Pero la realidad de esta leyenda es su constancia y su final, como dice el filósofo Julian Marías: “En el caso de España, se inicia a comienzos del siglo XVI, se hace más densa en el siglo XVII, rebrota con nuevo ímpetu en el XVIII -será menester preguntarse por qué- y reverdece con cualquier pretexto, sin prescribir jamás”; o como diría nuestro poeta Jaime Gil de Biedma “De todas las historias de la Historia sin duda la más triste es la de , porque termina mal”.

Lo que veo realmente único, es comprender que este mito es parte intrínseca de Espana y de sus contrastes. Entendiendo a la vez su santidad y la concupiscencia de sus seres. Ya que son ellos y no otros, los que aman y odian a Espana. Siendo por tanto nosotros, los más crueles y los que más odio y mal generamos a nuestra propia patria. La España de los dos bandos, la que hiela el corazón.  Y es que desde niños, en cada generación de españoles, se nos educa en el mito y en la superstición, en el pasado y en el odio, asumiendo al crecer - como nuestros los temores de otros - y  en un intento por desarrollar nuestro propio carácter caemos en descubrirnos herederos de sus miedos, de sus historias; y vuelta a empezar la España de los dos lados. 
Yo como tantos otros he podido ver el mito del que hablo en el arte de las cuevas del Sacromonte de Granada, o en el carácter de un palacio de Jerez o en una finca extremeña, en la solera de una casa Riojana, o en las regias casonas de Pamplona, tambien en la espesa niebla de la industrializada Oyarzun o en la catedral de la ciudad de los santos de Vic. Y es que aunque me pesa, reconozco que es parte inseparable de nuestra cultura, el alma del odio, el alma de lo oscuro y lo maldito que se contrapone a la luz; y seguro que de todo ello bebieron y ahogaron -inspirando pensamientos- , nuestros grandes pintores como: Greco, Goya, Gutierrez Solana, Zuloaga.. en su expresion de la leyenda negra que tiene Espana.

La nigromancia