martes, 20 de diciembre de 2011

La capital está a mitad del camino - raison d´être


Todas las ciudades de Europa tienen un antes y después en la gran transformación de la era moderna, el salto del XIX transformo las urbes por una nueva necesidad política pero circunstancial dependiendo del contexto, París busca la perspectiva – Londres el Rincón. París derriba y expropia, Londres y Madrid No; al fin y al cabo la propiedad es de quien es y no hay revoluciones que la hayan cambiado.

Se ha llegado a decir que “París es demasiado grande para Francia pero demasiado pequeña para Europa” la realidad es que se trata de una ciudad diseñada sobre plano, el propio Napoleón III dibujaba los primeros sketch que corregía y desarrollaba el barón de Haussman. La necesidad de una nueva estrategia urbana con una funcionalidad económica y política clara como: la falta de higiene, la alta peligrosidad del centro, la necesidad de alcantarillado, alumbrado y aprovisionamiento de agua y por último la estrechez del centro como foco de revueltas por tener las calles estrechas, hicieron de estas circunstancias las ideales para dar un rostro moderno y estético a un nuevo París. Dibujada en base a puntos focales e intersecciones, París, busca constantemente las diagonales creando una grandiosidad en el encuentro con la ciudad.
Étoile al fondo
Su extensión se pierde en lo monótono, es más, si nos soltaran en cualquier quartier, sería difícil saber en cual estamos en realidad. A diferencia de ello en Londres coexisten varias ciudades como por colleges, independientes, altivas y distantes entre ellas. Sus casas bajas quieren hacerla humana, asequible y buscan sobre proteger cada rayo de luz evitando la sombra, por ello se vuelven inevitables sus entrelazadas calles de laberinto, que se expanden por millas, creando un desorden caótico, sin planos de por medio pero respetando su tradición.
En Inglaterra existe una pugna de estilos a principios del XIX, claramente es atraída por el neogótico más que por el neoclásico, salvo por el estilo paladiano en algunos edificios comerciales, casas de campo y clubs (travellers), pero esta tendencia va cambiando a lo largo del siglo, hasta que a finales del mismo, se recoge por fin el testigo de los grandes neo clásicos ingleses Cockerell y Barry.
St. Paul´s cathedral

El Español en ambas ciudades se encuentra cerca pero alejado, Londres se ha convertido desde hace una generación en el sueño dorado de las oportunidades laborales, aunque en ella uno se siente como habitante extraño, ajeno al lugar pero sincerado y respetuoso con él. Imperceptible para el inglés que se ha vuelto un ser receloso de su intimidad y de su vida. El español llega a Londres a vender lo que su mercado local, España, representa, cierra posiciones entre las franjas horarias de los otros dos grandes mercados. Un lugar con prisa cuya única tranquilidad se encuentra en la reafirmada arrogancia de encontrarse allí en vez de aquí, aún así con la inevitable soledad que conlleva su situación.
Queens gate - taxi
París es parte de nuestra historia, de nuestra reafirmación como pueblo, tanto contra él invasor como por lo borbónico del asunto, es el hogar de nuestros exiliados y el centro de la lucha por los cambios. El gato de Madrid, se encuentra cercano al de París arrogante en sus formas pero cómplice y cercano.
Parc Monceau

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