Todas las ciudades de Europa
tienen un antes y después en la gran transformación de la era moderna, el salto
del XIX transformo las urbes por una nueva necesidad política pero
circunstancial dependiendo del contexto, París busca la perspectiva – Londres el
Rincón. París derriba y expropia, Londres y Madrid No; al fin y al cabo la propiedad
es de quien es y no hay revoluciones que la hayan cambiado.
Se ha llegado a decir que “París es demasiado grande para
Francia pero demasiado pequeña para Europa” la realidad es que se trata de una ciudad
diseñada sobre plano, el propio Napoleón III dibujaba los primeros sketch que
corregía y desarrollaba el barón de Haussman. La necesidad de una nueva estrategia
urbana con una funcionalidad económica y política clara como: la falta de higiene, la alta peligrosidad del centro, la necesidad de alcantarillado,
alumbrado y aprovisionamiento de agua y por último la estrechez del centro como foco de revueltas por tener las calles estrechas, hicieron de estas circunstancias las ideales para dar un
rostro moderno y estético a un nuevo París. Dibujada en base a puntos focales e
intersecciones, París, busca constantemente las diagonales creando una grandiosidad
en el encuentro con la ciudad.
Étoile al fondo |
Su extensión se pierde en lo monótono, es más, si nos soltaran
en cualquier quartier, sería difícil
saber en cual estamos en realidad. A diferencia de ello en Londres coexisten
varias ciudades como por colleges,
independientes, altivas y distantes entre ellas. Sus casas bajas quieren
hacerla humana, asequible y buscan sobre proteger cada rayo de luz evitando la
sombra, por ello se vuelven inevitables sus entrelazadas calles de laberinto, que
se expanden por millas, creando un desorden caótico, sin planos de por medio pero respetando su tradición.
En Inglaterra existe una pugna de estilos a principios del XIX, claramente es atraída
por el neogótico más que por el neoclásico, salvo por el estilo paladiano en algunos edificios comerciales,
casas de campo y clubs (travellers),
pero esta tendencia va cambiando a lo largo del siglo, hasta que a finales del mismo, se recoge por fin
el testigo de los grandes neo clásicos ingleses Cockerell y Barry.
El Español en ambas ciudades se encuentra cerca pero alejado, Londres se ha convertido desde hace una generación en el sueño dorado de las oportunidades laborales, aunque en ella uno se siente como habitante extraño, ajeno al lugar pero sincerado y respetuoso con él. Imperceptible para el inglés que se ha vuelto un ser receloso de su intimidad y de su vida. El español llega a Londres a vender lo que su mercado local, España, representa, cierra posiciones entre las franjas horarias de los otros dos grandes mercados. Un lugar con prisa cuya única tranquilidad se encuentra en la reafirmada arrogancia de encontrarse allí en vez de aquí, aún así con la inevitable soledad que conlleva su situación.
Queens gate - taxi |
París es parte de nuestra
historia, de nuestra reafirmación como pueblo, tanto contra él invasor como por lo borbónico del asunto,
es el hogar de nuestros exiliados y el centro de la lucha por los cambios. El
gato de Madrid, se encuentra cercano al de París arrogante en sus formas pero
cómplice y cercano.
Parc Monceau |
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