Puerto de Sta. Cruz |
Lo primero a tratar en la
historia de las islas es su importancia de control marítimo, estratégico para el
atlántico, parada obligada no solo del este al oeste, sino del norte al sur,
por ello han sido atacadas innumerables veces. Empezando por el famoso Drake
que fue rechazado en Gran Canaria en 1595 con la perdida de 4 oficiales y 200
hombres, así como el ataque de la escuadra holandesa dirigida por Vander Doez,
en la que se perdieron 2,000 hombres, la mayoría milicianos. Tal riesgo obliga
a la corona a instaurar un Capitán General con plenas facultades, a fin de
reaccionar sin dilación ante cualquier asunto, muy en contra como es lógico de
las autoridades locales conocidas como la Audiencia, que consiguió en cambio
tener su propio tribunal y tres magistrados. Las islas fieles a Felipe V lo demuestran
en la lucha contra el almirante ingles Genings que consiguen rechazar en Tenerife.
De nuevo a final del siglo vuelven a ser atacados por los ingleses, en esta ocasión
hacen capitular al mismo Nelson, el cual pierde el brazo, tan admirable hazaña
fue realizada por el general Gutiérrez, un veterano que ya había luchado contra
ellos en la toma de Malvinas y de Menorca; poco ensalzado como a todos nuestros
héroes.
Vegueta |
Sobra decir que desde las islas partieron
todas las expediciones a las Indias, y se hicieron grandes fundaciones por
isleños como la de Montevideo. Por lo que las Afortunadas fueron siempre lugar
de tránsito y de forasteros, de ahí los consulados que se conservan en las islas
en representación al puerto de la Luz y el de Sta. Cruz. Con gran influencia inglesa
y holandesa.
Para seguir con la historia de
las islas, en el cambio constitucional se da fin como en el resto de España a los
señoríos jurisdiccionales, las islas abolen definitivamente las facultades que
se mantenían sobre todo en las islas menores de nombrar alcaldes.
casa del Castillo |
Sobre sus gentes, las sociedades
de la Laguna y de la Orotava en Tenerife, junto con la de las Palmas en Gran Canaria
han vivido ajenas e independientes unas de otras, hasta finales del XIX donde
se mezclan estudiando los jóvenes en Las Palmas y las niñas en los internados
de Tenerife. Es con Alfonso XIII cuando Las Palmas consigue ser al fin capital
de provincia, hecho aún muy recordado por los canarios por la rivalidad que hay
de tras fondo entre ambas islas. Las sociedades de ambas son de familias todas antiguas,
la mayoría provenientes de los propios conquistadores. Tenerife al llover más y
con mejores tierras atrajo en los repartos iniciales a los más principales, su sociedad
se mantuvo más cerrada y endogámica, conociéndose de allí a las famosas trece o
catorce familias: cuatro de la Laguna, las más importantes, y las nueve de la Orotava,
todas con grandes apellidos que fueron casi todos titulados a lo largo de la
historia: Nava y Grimon, los Ascanio, Salazar, Montemayor, Sotomayor, Benítez
de Lugo... Mientras que en La Gran Canaria, ciudad más cosmopolita y Burguesa solo
hubo dos títulos, a parte de los Benítez de Lugo de Tenerife que acabaron en Arucas
por matrimonio, estos dos fueron de los del Castillo, divididos en dos ramas,
la principal que sería la de Castillo Olivares, siendo el mas importante el ministro
de la Regencia, León y Castillo nombrado marqués de Muni y responsable de
nuestra entrada e Marruecos. Y una segunda rama, la del Castillo que sería condado
de la Vega Grande de Guadalupe, siendo esta la que heredaría por el apellido Amoreto
la zona sur de la isla, finca que va desde los pueblos de Vecindario hasta Mogán,
hoy reino de turistas antes simplemente de ganado; por último, no dejar de nombrar
a otra gran familia de origen castellano y de la conquista, que es la de los Manríquez
de Lara.
barranco en Tenerife, barrio antiguo y Biblioteca |
Como buenos isleños el tiempo corre de otra manera, y la música
sigue sus valles, como venas a la montaña. En artes han dado escritores,
compositores, y sobre todo mucho escultor. Su arquitectura da muestra del
contagio a Hispanoamérica, sus casas enmarcadas en piedra negra las hace cuanto
menos únicas. Al Canario le gusta su tierra y las mujeres son guapas. El sistema
de las autonomías les ha generado grandes estímulos, aunque por el otro lado hace
que los jóvenes no estudien siempre en la península con el contagio que conlleva,
si bien, el viajar está al alcance de todos. Canarias vive un momento expansivo,
los acuerdos del cabildo con el PP han logrado nuevas subvenciones que harán crecer
empresarialmente a las Islas, nada nuevo puesto que siempre han tenido
exenciones fiscales ya desde la época de los Austrias cuando en 1528 no pagaban
alcabalas sino solo unos bajos tributos por importación y exportación.
Barrio de San Francisco en Telde |
Me gusta Canarias, aunque como lugar de paso existe la veleta.