viernes, 29 de agosto de 2014
jueves, 21 de agosto de 2014
Q bret T y las pitiusas
Ibiza tiene orígenes
rupestres, aunque nunca a nadie le importo. Hay cerca de cala salada una de
esas cuevas con pinturas pero no se sabe ni siquiera si son de la edad de
Bronce. Lo que sí se sabe, es cuando fue la primera vez que se escribió sobre
estas pequeñas islas. Los griegos, explican su distancia a día y medio de las
columnas de Hércules (Atlas y Gibraltar) y es ahí cuando nace su descripción de grandes pinares lo que le da el nombre: Islas Pitiusas.
La isla fue conectada
por los fenicios (Sa caleta) en su expansión oriental en busca de materia
primas en occidente, todos sus enclaves fueron heredados por la protección de
los cartaginenses, y en las guerras púnicas quedaron bajo el dominio Romano. Tras
ser parte de Bizancio, cae en manos de los Bereberes y luego es conquistada por
Aragón. Está reconquista se hace a través de tres personajes que se dividen la
isla a modo feudal: El obispo de Tarragona, el conde de Rosellón y Nuno Sanç. Fue
el obispo de Tarragona quien se convirtió en señor de Ibiza y Formentera, y el
que cedió a l´ Universitat – los derechos de extracción de la sal de sus famosas salinas-. L´universitat
era un órgano de gobierno para las regiones o cuarteradas de las islas: Salinas,
Balansar, la Mola, Portmany, Portosalé, Santa Eulalia, Cap y Carnaje.
Ibiza sufre el
constante acoso de la piratería y es con Felipe II donde se le dota por fin de
una defensa y artillería capaz de frenar las invasiones constantes, siendo un
ejemplo magnifico de arquitectura militar renacentista. Aunque es Carlos III el
que le da categoría de ciudad y obispado propio. En la guerra de liberación del
36 conquistan Ibiza los Republicanos para dar el salto a la conquista de Mallorca,
que es rechazada por tres aeroplanos
italianos comprados por los mallorquines para repeler el ataque. Ibiza mantendría
una economía pobre, agraria y pesquera, hasta que en 1960 el movimiento hippie
se instala en la isla. Movimiento que convive con los payeses de Ibiza, hoy integrados
en la economía turística de alta calidad que compite directamente con Cerdeña
para atraer es turismo de gran lujo. Son en aquellos años 60´s cuando Ibiza se
desarrolla y crea una colonia de artistas y arquitectos, que unido al
movimiento hippie, pone a la pequeña
isla en el mapa internacional del mundo.
Hoy sigue teniendo parte de ese aura desenfadado, que convierte en
destino obligado navegar hasta Illetas comer en el molino de sal, tomar la copa
en el beso, mientras se habla de Lucia y el sexo de Medem, de elogiar
la prohibición de construir en Formentera y lamentar que haya sido vendida a
los Italianos. Acercarse a Ibiza es intentar refugiarse en el norte, en
los lugares de siempre y extrañar la barra de Rossetta, contemplar que el
submundo de Caín ha asediado la isla y defender que aunque Ibiza pase de
manos nunca pasará de moda. Aunque yo creo, que asentado o no; no volverá a ver
la labor de promotores de nivel como el de Roca Llisa (J. B) y más bien
puede acabar como otro Torremolinos español, yéndose todo a pique, aun así esperemos que se hagan políticas para mantener el paraíso como es.
Siempre fueron para mi estas Pitiusas algo místico, donde verse reflejado, pero como todo lo que se encumbra pronto no tiene más remedio que seguir su parábola y acabar en tragedia, así que mientras está llegue, seguiremos disfrutando e intentaremos seguir el mejor consejo recibido en el año, de las manos
de una de las mayores personalidades que ha forjado Ibiza (JM Juncadella) con su:
“Q Bret T” - Tú
ante todo en la vida cúbrete-.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)